La vida
en la Tierra depende de nuestra permanencia en este sector de nuestro universo
cercano, ni tan aproximado ni tan lejano al sol, que permite la existencia de
agua líquida. Este elemento, fundamental para la vida, podría desaparecer una
vez que nuestro sol siga envejeciendo. Cuando esto suceda el astro se volverá
cada vez más grande y más brillante aumentando la temperatura en la Tierra
hasta que deje de soportar la existencia de agua.
De
acuerdo a las nuevas estimaciones de los científicos, y basados en dos
ecuaciones, para que este escenario se presente en nuestro planeta solamente
quedarían alrededor de 1,750 a 3,250 millones de años de vida por delante. Así,
una vez que nuestro planeta pase a la zona más calurosa, el agua y la vida como
la conocemos dejará de existir en la Tierra.
Este
gran rango, sin embargo, no considera ningún otro tipo de catástrofe que pueda
llegar a suceder antes de este plazo, que según científicos podría inclusive
adelantarse gracias al cambio climático.
Los
humanos tendrán problemas sólo con un mínimo aumento en la temperatura, y para
el final solamente los microbios en hábitats de nicho serán capaces de soportar
el calor.
Como
una posible solución a este nuevo descubrimiento, los expertos han identificado
paralelamente ocho planetas que podrían llegar a albergar vida una vez que
nuestro planeta será inhabitable, incluyendo nuestro vecino Marte, y el tiempo
de vida que podrían tener con respecto a su propio Sol.
Dentro
de los posibles futuros "hogares" de la humanidad se consideran, por
ejemplo, los planetas Kepler 22b y Gliese 581d, con un largo de periodo de vida
y el prospecto de poder albergar eventualmente agua líquida en sus respectivos
sistemas, y por tanto, también la vida humana.
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